Para pedir una reducción de jornada es necesario que concurra alguna de las causas previstas en el Estatuto de los Trabajadores. Estas suelen tener origen familiar. También es cierto que las personas trabajadoras podrían negociar con su empresa un cambio en la jornada de trabajo, caso en el cual podrán variar condiciones como su salario.
Fuera de los casos estrictamente negociados, el Estatuto de los Trabajadores protege ciertas situaciones en las que se puede pedir una reducción de jornada con la duración establecida y manteniendo o no el mismo salario.
Aunque se trate de un derecho individual de las personas trabajadoras, en algunos casos la empresa puede limitar esta potestad. Además, podría ocurrir que la reducción de jornada tenga efectos sobre las prestaciones o pensiones que se tenga derecho a cobrar de la Seguridad Social.
Debido a estos factores, es importante que antes de pedir una reducción de jornada se consulte la situación con un abogado laboralista.
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Contacte con nosotros¿Cuándo se puede pedir una reducción de jornada?
El derecho laboral en España depende en gran medida de la negociación entre las partes. Esto significa que todas las personas trabajadoras tienen derecho a solicitar una reducción de jornada a su empresa, que podrá concederla o no, con los efectos pactados. Normalmente, esto implicará una reducción proporcional del salario.
Al margen de la negociación individual encontramos la negociación colectiva. Los convenios colectivos pueden estipular condiciones especiales para la reducción de la jornada laboral. A falta de negociación individual o colectiva, resulta de aplicación el Estatuto de los Trabajadores.
En su intento de proteger los derechos de las personas trabajadoras y particularmente la conciliación familiar, el Estatuto de los Trabajadores indica algunos casos en los que la persona trabajadora puede exigir una reducción de su jornada laboral.
Dependiendo del caso, la duración de la situación que da pie a la reducción y la intensidad de la misma, su salario podría verse afectado o no.
¿Qué dice el Estatuto de los Trabajadores al respecto?
El Estatuto de los Trabajadores habla de la reducción de jornada, principalmente, en su artículo 37. Este se dedica al descanso de las personas trabajadoras.
Al margen de los descansos retribuidos o no recogidos en el Estatuto de los Trabajadores, el antedicho artículo otorga derecho a reducir la jornada por diferentes motivos.
¿En qué casos es posible la reducción de jornada?
Las personas trabajadoras tienen derecho a pedir una reducción de la jornada laboral:
- En caso de nacimiento, adopción y guarda con fines de adopción o acogimiento mediante una hora de ausencia diaria. También en caso de lactancia hasta que el bebé cumpla 9 meses. Tal reducción de jornada se puede fraccionar en dos partes y se incrementará proporcionalmente cuando sean varios los hijos nacidos o adoptados.
- En caso de nacimiento de hijos prematuros o que deban permanecer hospitalizados después del parto. En este caso se otorga el derecho ausentarse durante una hora remunerada o dos con reducción proporcional del salario.
- Cuando la persona trabajadora tiene a su cargo menor de 12 años o personas con discapacidad que no desempeñen actividades retribuidas. En este caso, la reducción será de entre 1 octavo y la mitad de la jornada, con una reducción proporcional del salario. También se puede aplicar este caso a las situaciones en que la persona trabajadora debe encargarse del cuidado directo del cónyuge o pareja de hecho, o de un familiar hasta el segundo grado que por razones de edad, accidente o enfermedad no pueda valerse por sí mismo ni desempeñe actividades retribuidas.
- Se deba cuidar a un menor de edad hospitalizado y en tratamiento continuado por cáncer u otras enfermedades graves, que impliquen un ingreso hospitalario de larga duración. Ante esta situación es la jornada podrá reducirse al menos a la mitad, con una minoración proporcional del salario.
Fuera de estos casos estipulados en el Estatuto de los Trabajadores, para que una persona tenga derecho a una reducción de jornada se deberá negociar con la empresa. En estos casos nos encontraríamos ante situaciones que implicarían una reducción del salario.
Cabe destacar que los convenios colectivos pueden ampliar este catálogo de derechos. De modo que, por encima de lo establecido en el Estatuto de los Trabajadores, se situará aquello pactado individual o colectivamente.
¿Cómo se pide la reducción de jornada?
Para pedir la reducción de jornada se debe presentar una solicitud por escrito a la empresa, con una antelación mínima de 15 días o la establecida en el convenio colectivo.
En la carta de solicitud, la persona trabajadora deberá indicar la causa que da origen a su reducción de jornada, la fecha de inicio de la misma y la fecha de finalización. En principio es la persona trabajadora quién puede establecer su propio horario y la duración de la reducción, siempre dentro de los límites del Estatuto de los Trabajadores.
Por supuesto, la empresa podría negarse a conceder esta reducción, caso en el cual se deberá resolver el conflicto judicialmente. Para ello, será imprescindible contar con la ayuda de un abogado laboralista especializado en reducciones de jornada.
Durante el juicio se estudiará si existe cobertura legal para que la persona trabajadora solicite la reducción. También pueden evaluarse factores de oportunidad, pues el derecho a reducir la jornada de trabajo no debe perjudicar injustificadamente la productividad de la empresa.
De hecho, uno de los factores claves a la hora de conceder la reducción de jornada son las relaciones familiares entre las personas trabajadoras. La mayoría de las causas que dan derecho a solicitar una reducción son de tipo familiar. Lo cual implica qué varias personas trabajadoras de la misma empresa pueden tener derecho a solicitar reducción por la misma causa.
En estos casos, la empresa tiene la potestad de limitar el ejercicio simultáneo de la reducción de jornada por razones justificadas de su correcto funcionamiento.
¿Afecta la reducción de jornada a la jubilación u otros derechos laborales?
La reducción de jornada es un derecho individual de las personas trabajadoras, y como tal no puede afectar a sus derechos laborales. De hecho, aunque el salario de la persona en situación de reducción de la jornada laboral pueda minorarse, sus cotizaciones no tienen por qué hacerlo.
Esto significa que la reducción de jornada no afectará a la jubilación en aquellos casos en que se siga cotizando al 100%. Por ejemplo, cuando la causa de la reducción haya sido el cuidado de hijos menores o personas con discapacidad a cargo durante los primeros 2 años. O cuando se trate de una reducción de jornada por cuidado de mayores durante el primer año.
Una vez concluidos estos plazos, la cotización de la persona trabajadora podría verse afectada por la reducción de su salario, lo que implica que la reducción de jornada podría tener efectos sobre su pensión de jubilación y otras contingencias.
Precisamente por esto, es importante contar con la asistencia de un buen abogado laboralista antes de solicitar la reducción de jornada.